APORTES DEL PERIODICO PORTAFOLIO, día miercoles 18 de febrero.
“En términos de tamaño del PIB, Japón como segunda nación y Alemania siguiéndole como tercera, juntas realizan el 15 por ciento de las exportaciones mundiales de bienes.”
Siguiendo con la caída durante tres trimestres consecutivos del PIB con respecto a Japón, siendo este el cuarto país exportador en el mundo, días atrás se ha anunciado oficialmente la recesión en Alemania; la economía de este país es la mayor exportadora a escala global pero el PIB alemán se ha contraído desde marzo del año pasado, tomando en el último trimestre del año una reducción del 2,1 por ciento.
Cuando una nación desea conseguir el éxito económico usualmente se exige un alto rendimiento exportador y elevadas tasas de ahorro como equilibrio del PIB. Mostrando lo que sucede en estos momentos con un ejemplo, podría decir que en el instante en que cae la demanda global y se contrae el comercio internacional los mayores exportadores se convierten como pajitas bajo un fuerte viento, dándole a esto otra forma de ver en estos momentos Japón y Alemania se definen como economías dependientes, pues están sujetas al comercio exportador y al manejo económico de sus socios comerciales.
Pensando en que la única forma de remediar las exportaciones es mediante un aumento del gasto público y una fuerte expansión del consumo interno; lo que en realidad necesita Japón y Alemania es que el mundo mantenga abierta sus importaciones y que pueda recuperar sus capacidades de compra.
Trayendo dos puntos como comparación; uno, la estrategia basada exclusivamente en la competitividad internacional y otro, el consolidar una economía exportadora con un robusto mercado interno, todo esto mediante una política industrial adecuada. Es más sencillo afirmar que el mercado interno puede ser una fuente de bienestar casi tan importante como lo es el campo exportador.
“En términos de tamaño del PIB, Japón como segunda nación y Alemania siguiéndole como tercera, juntas realizan el 15 por ciento de las exportaciones mundiales de bienes.”
Siguiendo con la caída durante tres trimestres consecutivos del PIB con respecto a Japón, siendo este el cuarto país exportador en el mundo, días atrás se ha anunciado oficialmente la recesión en Alemania; la economía de este país es la mayor exportadora a escala global pero el PIB alemán se ha contraído desde marzo del año pasado, tomando en el último trimestre del año una reducción del 2,1 por ciento.
Cuando una nación desea conseguir el éxito económico usualmente se exige un alto rendimiento exportador y elevadas tasas de ahorro como equilibrio del PIB. Mostrando lo que sucede en estos momentos con un ejemplo, podría decir que en el instante en que cae la demanda global y se contrae el comercio internacional los mayores exportadores se convierten como pajitas bajo un fuerte viento, dándole a esto otra forma de ver en estos momentos Japón y Alemania se definen como economías dependientes, pues están sujetas al comercio exportador y al manejo económico de sus socios comerciales.
Pensando en que la única forma de remediar las exportaciones es mediante un aumento del gasto público y una fuerte expansión del consumo interno; lo que en realidad necesita Japón y Alemania es que el mundo mantenga abierta sus importaciones y que pueda recuperar sus capacidades de compra.
Trayendo dos puntos como comparación; uno, la estrategia basada exclusivamente en la competitividad internacional y otro, el consolidar una economía exportadora con un robusto mercado interno, todo esto mediante una política industrial adecuada. Es más sencillo afirmar que el mercado interno puede ser una fuente de bienestar casi tan importante como lo es el campo exportador.
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